Una de las funciones más habituales de un detective privado son las vigilancias. Ya sea con el fin de velar por el correcto desarrollo de un evento o controlar irregularidades cometidas por el personal en hoteles, los detectives privados legalmente habilitados son los únicos que pueden desarrollar labores de vigilancia no uniformada.
La labor de un detective privado legalmente habilitado, realizando una vigilancia no uniformada es velar por el correcto desarrollo de la actividad que se realiza en ferias, hoteles, grandes superficies y eventos, de modo que puedan identificar conductas irregulares y a sus autores. De esta forma se pueden evitar desde hurtos y conductas irregulares por parte del personal hasta agresiones sexuales que puedan producirse en un evento multitudinario, identificando claramente a sus autores y poniéndolos a disposición de las autoridades.
Cuando existen sospechas de que un directivo de una compañía está siendo vigilado por la competencia con el fin de obtener información, nuestros detectives pueden realizar una contravigilancia con el objetivo de identificar a los perseguidores, así como a los que han ordenado esa vigilancia.